sábado, 27 de octubre de 2012

Todo lo que puedas imaginar es real.


Hace menos de un año parecía que íbamos a conquistar el mundo juntos.Nos mirábamos acostados en tu cama. Yo no te amaba, ni tú especialmente a mi aunque dijeran lo contrario, pero sí nos queríamos mucho. No hubiera dado la vida por ti  ni tú por mi, pero sí nos desvivíamos el uno por el otro. Tú llorabas y lloraba yo. Yo lloraba y llorabas tú. Sentía rabia y tú apretabas los puños. Ofendían a uno y se sentía más dolido el otro. Y así aunque no supiéramos nada del otro. Aún así a los ojos de los demás siempre nos estábamos picando. Éramos como hermanos. 

Yo me pregunto cuántas veces habré mirado por aquella ventana. Seguro que no tantas como la he maldecido. Siento vértigo al pensar en tu cuerpo cayéndose. Tu mirada de pánico mirando hacia arriba y tu móvil sobre la mesilla esperando mi llamada. Cayéndose tu cuerpo. Para ti hacia un vacío sin fin, para mi hacia un pozo de amargura, para los demás hacia una acera de Coruña.

Hemos cantado y bailado bajo la lluvia, recuerdo que bajábamos a la Calle Real y dábamos tumbos y saltábamos de charco en charco, Justamente allí. La gente nos miraba pero daba igual. Hemos sentido también los rayos de Apolo sobre nuestra piel en esas calles. Hemos visto la Febe, la hemos buscado cuando estaba escondida.

Salíamos del Sham. Tú y yo, daba igual quién se quedara dentro. Ahora estoy mareada porque me saturo con Arte para hacer más llevadera tu ausencia.