miércoles, 22 de agosto de 2012

Oda a mi diosa antropomórfica.


Intentando imitar a Ovidio en sus Tristia I, VI, me encomiendo a Eros y comienzo esta Oda a una diosa antropomórfica:

"Ni Fabia fue tan alabada por su Ovidio en su luctuoso destierro
ni Penélope por Homero,
como lo eres tú por mi, oh, inalcanzable.

Ni Biblis amó tanto a su Cauno,
ni Safo sintió tanto amor por Atis
como el que florece por ti en mis adentros.

Ni Helena fue tan reclamada
ni Psique tan bella -y odiada-
como tú, amada mía, con esa mirada llena de melancolía.

Nunca antes Febe había cedido su trono
a una diosa de tal poderío y belleza como eres tú,
que en cada una de tus imperfecciones
se pueden ver las ruinas y los frisos del Partenón.

Alma inmortal alimentada por el néctar de Baco.
Espíritu divino que resplandece con los rayos de Zeus.
Cuerpo sin órganos, sobrevive con la música que desprende la lira de Apolo,
bombean su corazón los mitos y las notas que armonizan su interior.

Fuiste la llama que encendió mi corazón,
fuiste la luz que luchó contra mis sombras,
fuiste el Orfeo para esta Eurídice pero no miraste hacia atrás,
tiraste por mi hacia el mundo de los vivos
y me abrazaste a la vida "veluti trabe fluta",
fuiste más valiente que Leónidas,
librando una batalla contra mis "inmortales".

Eres como la ninfa Siringa, convertida por el dios Pan en flauta,
eres el viento, no, eres las notas que  salen de cada instrumento,
eres el mar que bate continuamente contra mis rocas
al son de los latidos de mi corazón,
eres mi valentía y mi "sin-razón".

Serás la mujer de egregia hermosura
a la que los dioses inmortalicen en el firmamento,
junto a la hermosa Luna,
cuando de ti sólo se halle polvo envuelto en óleo y partituras.

Ningún mortal ha sido ni será tan amado,
ni por dios, ni por musa, ni por héroe, ni por ninfa, ni por humano.
Ninguna diosa ha sido tan deseada, por eso te pido que te cuides de Afrodita,
que me mira con ojos iracundos al saber que sólo soy tuya.

Ninguna mortal ha amado tanto a una diosa,
ni se ha sentido por ello poderosa,
ni ha probado la ambrosía que guarda con recelo en su boca,
hasta que llegué yo y con letras y Arte te expugné.

Por todo esto me atrevo a decir -y que me perdone Ovidio-
que Fabia no fue tan amada ni anhelada por su poeta en el exilio"



P.S: todos mis textos de amor, agonía, mitología y/o sucedáneos, absolutamente todos, van dedicados a una misma mujer, nadie más se ha de dar por aludido. Todo es por y para ella. Ella ya sabe. Y son de mi propiedad, no me gustaría verlos plagiados. Pandora (yo) dixit




No hay comentarios:

Publicar un comentario